Propietario del ismo de la izquierda a
la mexicana
MANUEL LÓPEZ
OBRADOR, EL MÁS HÁBIL DE LOS EX PRIÍSTAS DOLIDOS
Por: Juan Bustillos 10 de junio de 2015
Al perder la Presidencia con Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López
Obrador nunca se fue a “La Chingada”, como él llama a la finca que sus padres
le heredaron en Catazajá, Chiapas. Con paciencia y tozudez ejemplares mantuvo
cohesionadas a sus huestes, incluso a las que permanecieron engañosamente
leales a “Los Chuchos”, y construyó el partido con el que si no conquista la
Presidencia en el 2018 recuperará el control de la capital del país, que en
realidad ya es casi suya.
Tarde, quizás demasiado tarde, el PRD se dio cuenta de que AMLO nunca
se fue del Distrito Federal.
Uno de los pocos dirigentes serios del PRD, Miguel Barbosa, nos apenó
ayer cuando en tono pretendidamente doctoral descubrió el hilo negro: Los
“Chuchos” no se percataron de que el lobo nunca se fue; siempre estuvo ahí,
agazapado, acechando, esperando el momento para recuperar sus ovejas; esto
ocurrió el domingo pasado.
El coordinador de los senadores perredistas lo explicó de manera
diferente: AMLO no fundó un partido nuevo, Morena; simplemente se apoderó de la
mitad del perredismo.
Barbosa se equivoca; los votantes de los candidatos de Morena en el
Distrito Federal siempre fueron de AMLO; permanecieron formalmente en el PRD,
como aún lo hace el senador Alejandro Encinas, pero sólo estaban en espera de
su líder para revelarse como lo que nunca dejaron de ser: “Pejistas”.
La debacle del PRD de “Los Chuchos” en la capital de la República que
llevará al infierno político al jefe de Gobierno, Miguel Mancera, tiene muchas
explicaciones (desde su incorporación al Pacto por México hasta los hechos
sangrientos de Iguala), pero la fundamental es la falta de olfato de sus
dirigentes, que les impidió advertir que el grueso de la militancia perredista,
en especial la de la tribu de René Bejarano, permaneció fiel a AMLO.
La verdad les fue revelada la noche del domingo cuando los números del
INE dejaron al descubierto otra verdad: Los capitalinos están hasta el gorro
del PRD, si no, de qué otra manera se entiende que hasta el PRI, sin estructura
ni personajes, se adueñara de al menos 3 delegaciones; lo mismo se puede decir
del PAN.
Los lamentos del senador ocultan otra verdad: La izquierda izquierda
existió hasta antes de que Jesús Reyes Heroles le abriera las puertas del
Congreso, es decir, de la nómina; murió cuando se dejó absorber por priístas
desertores porque el sistema les cerró el paso a la Presidencia de la
República.
Los grandes líderes de esa izquierda llamada perredismo, y ahora
morenismo, han sido ex priístas: Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo,
Manuel Camacho, Marcelo Ebrard, Andrés Manuel López Obrador y hasta un político
híbrido que por algo se rehúsa a afiliarse al partido, Miguel Mancera.
Lo mismo ocurre con otras “izquierdas”, como Movimiento Ciudadano, del
ex priísta Dante Delgado, y la del PT, fundado por Alberto Anaya con patrocinio
del priísta Raúl Salinas.
Este izquierdismo es tan especial que dio cobijo, incluso, a personajes
como el ex priísta Manuel Bartlett, al que responsabiliza de la derrota de
1988.
La izquierda de Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete y Miguel
Barbosa vivió una prolongada ilusión que empieza a esfumarse. La aburguesaron
los triunfos conseguidos a la sombra de los ex priístas; hoy la amenaza la
extinción.
Reinventarse no le será fácil, sobre todo porque ahora el propietario
del ismo de la izquierda a la mexicana es AMLO, el más hábil de los ex priístas
dolidos con el sistema.
Pues sí, Andrés Manuel nunca se fue a “La Chingada”.
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