martes, 31 de mayo de 2016

SEMÁFORO: 22 AÑOS DESPUÉS LA HISTORIA SE REPITE. PROYECTO MÉXICO 2030

Por: Exal Baltazar Juan Avila/APyPM

VERDE
Carlos Salinas de Gortari, ex presidente de la República Mexicana; en 1994 (1 de enero) “tolero” un levantamiento armado en el estado de Chiapas denominado Ejército Nacional de Liberación Nacional (EZLN) cuyos “ideales” eran por la democracia, la libertad y los derechos indígenas.
En esa ocasión el grupo de insurgentes, toman por “sorpresa” los poblados de Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo y San Cristóbal de las Casas, y la figura del comandante Marcos se hace famosa con su primera aparición en público, con la cara cubierta con un pasamontañas a la vez que por intervalos se llevaba una pipa de tabaco a la boca; al pronunciar el discurso en el que daba a conocer los motivos por los cuales se levantaban en armas: “…los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vende patrias”.
Dos días después (3 de enero) hacen más alarmante la noticia del levantamiento armado, al tomar prisionero al general de división Absalón Castellanos Domínguez, quien en ese momento era el gobernador del estado de Chiapas.
Periodistas venidos de distintos países transmitían incansablemente la situación que estaba prevaleciendo en el estado de Chiapas causando pánico, levantando una serie de interrogantes y jugando con las emociones de la gente al difundir las imágenes más grotescas e impactantes que atraían el morbo y la atención del mundo entero.
La estrategia surtió efecto.
AMARILLO
El sacrificio del derramamiento de sangre de gente inocente ¡valió la pena!
La gran crisis económica de México de 1994 tuvo repercusiones mundiales.
Las consecuencias económicas fueron conocidas en el ámbito mundial como "Efecto Tequila" mientras que en México se le conoce como el "Error de diciembre".
La moneda mexicana se devaluó.
El presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, solicitó al Congreso de su país la autorización de una línea de crédito por $20 mil millones de dólares para el Gobierno Mexicano, con el pretexto de que le permitieran garantizar a sus acreedores el cumplimiento cabal de sus compromisos financieros denominados en dólares.
Entra en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1 de enero de 1994).
Aparecen los Tesobonos y CETES. Estos bonos eran una especie de deudas a corto plazo, se compraban y vendían en pesos, pero estaban protegidos contra los efectos de una posible devaluación, al cotizarse en dólares, al momento de cambiarlos a pesos se pagaban al tipo de cambio vigente (no tenía razón de ser el hecho de comprar divisa estadounidense si existían otros instrumentos de rendimiento igual o superior). Esto era para prevenir la devaluación.
Se incrementó el gasto fiscal. Se alentó las inversiones privadas. Se privatizó la banca nacional (la cual estaba en manos del estado y había sido intervenida apenas doce años antes por el presidente José López Portillo). Le quitan tres ceros a la moneda, un espejismo financiero o maquillaje financiero. Entre otros muchos errores.
Carlos Salinas de Gortari entrega un país en llamas a su sucesor Ernesto Zedillo Ponce de León colocándose en los siguientes 10 años en uno de los países con menor crecimiento económico de América, con un atraso tecnológico en algunos sectores de 30 y 40 años.
A 22 años de estos sucesos, nuevamente surge un sistema distractor ahora encabezados por el gremio magisterial y ante un México tambaleante en el que es necesario el gas lacrimógeno y las balas de goma para hacer más realista y dramática la situación “caótica”, de una segunda puesta en escena, de un país que necesita grandes cambios estructurales y radicales.
La reforma educativa es el “ideal” en esta ocasión y los profesores los “insurgentes”, que como mencione ayer en mi columna, la reforma educativa o laboral será reculada para su análisis y días antes de que Enrique Peña Nieto entregue el poder, la retome y deje en las manos de su sucesor la bronca dejando en la cárcel a varios líderes que le dieron dolor de cabeza en este año 2016.
¿Pero que tiene que ver el “Proyecto 2030” en todo esto?
Bien, el “Proyecto 2030” no es más que la “venta de un país” estrategia “propuesta” por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa antes de tomar posesión como tal (2006), aunque por “muchos” (¿Quiénes?) fue criticado y de alguna manera fue cancelado este proyecto, hoy surge nuevamente ya que es un compromiso adquirido con países e inversionistas poderosos.
¿En qué consiste? Pues precisamente en las reformas de Enrique Peña Nieto: “privatización” del petróleo, agua, electricidad, salud, educación…
¿Hasta qué punto nos conviene como pueblo esas reformas? Basta ver un ejemplo de países centroamericanos como Guatemala que su moneda el Quetzal (Q) vale mucho más que el peso mexicano (1 Quetzal por 2 Pesos aprox.).
Mientras todas estas empresas gubernamentales continúen en manos del gobierno la corrupción continuara y la pobreza se incrementara.
No es posible continuar con este modelo económico y político que ha llevado a la ruina al país poniendo en manos de unos cuantos las riquezas y gozando de impunidad los grandes saqueadores, ladrones de cuello blanco, que gozan con una seguridad económica por sus múltiples generaciones de descendientes.
ROJO
Por cuestión de espacio y tiempo, nomás déjenme agregar que tenemos que dejar los sentimientos por un lado y ver la realidad si de verdad queremos hacer un cambio en nuestro país.
Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com  Cel. y Wts. 962 10 80 934 Tapachula, Chiapas, México; 31052016

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