Con esto suman, mil 213 millones de pesos los que la actual
administración deberá saldar en deudas a adquirir, pues el alcalde ya había
recibido, en la sesión de Cabildo de la semana pasada, aprobación para adquirir
una línea de crédito por el 10% del presupuesto final, lo que se traduce en 833
millones de pesos.
Ambas líneas de créditos deberán ser pagadas por el gobierno
municipal antes del 30 de junio de 2021.
El destino de este segundo crédito, se explica en el punto de
acuerdo que presentó el alcalde, es para la deuda que la administración
municipal sostiene con Issstecali.
A decir del presidente municipal, esto no sería necesario si el
gobierno estatal les hubiera entregado los 600 millones de pesos que les deben
de participaciones federales de los ejercicios 2019 y 2020.
En su razonamiento de voto, la regidora Mónica Vega, recordó
precisamente que en la sesión de cabildo de la semana pasada, en la cual se
aprobó el presupuesto de egresos del 2021, ya hay una línea de crédito
autorizada a corto plazo por un monto de 833 millones de pesos.
“Me parece que es una pena que se ponga en riesgo que se puedan
asfixiar las finanzas públicas de aquí a junio”, argumentó.
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De mantener esa tendencia, alertó que el Ayuntamiento de Tijuana
seguirá siendo el municipio más endeudado del país.
“De acuerdo a un informe del primer trimestre del 2020 del Senado
de la República, establece que Tijuana es el municipio más endeudado del
país…tiene una deuda de dos mil 612 millones de pesos”.
Señaló que su postura es alejada de rencillas o problemas
político-electorales y porque los regidores no deberían heredar problemas
administrativos.
Por su parte, la Síndico Procuradora, María del Carmen Espinoza
Ochoa, consideró que no estaba justificado solicitar un crédito para pagarle a
Issstecali, porque a los trabajadores se les descuenta una cuota y ésta se
debería trasladar directamente a dicha institución.
Recordó que el adeudo con la paraestatal se acumuló en el periodo
de enero a junio del presente año y aunque el dinero fue retenido de los
salarios de los empleados municipales, el monto no se destinó a este concepto.
Aunque el Cabildo le había conferido la tarea de representar
legalmente al Ayuntamiento en las gestiones para recuperar las participaciones
federales, indicó que estaba imposibilitada para hacerlo, porque no se le
informó la razón del incumplimiento con Issstecali.
Llamó a los regidores de Morena a votar en contra y que se
pregunten “si están traicionando al presidente de la República”, pero todos lo
hicieron a favor.
La regidora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Edna
Mireya Pérez respaldó la propuesta del alcalde, pues señaló que lo más preciado
es la salud y más en tiempos de pandemia.
Sin embargo, criticó que se trate de sacar “raja política”, en
lugar de atender a la ciudadanía y remarcó que el gobierno estatal está
obligado a entregar las participaciones federales con prontitud.
Para cerrar su participación, utilizó la frase que se ha
convertido en el slogan del priista Jorge Hank Rhon “de bien y de buenas”.
Para defender su propuesta, el alcalde mostró ante la cámara –ya
que la sesión se celebró de forma virtual-, la minuta que firmaron con la
Secretaría de Hacienda estatal e Issstecali, en la que acuerdan que una vez
recibidas las participaciones federales correspondientes a 2019, se subsanará
el adeudo.
También mostró un oficio, que contiene una auditoría al gasto
federalizado, en el que muestran la disminución de las participaciones
federales.
“El gobierno del estado no cumplió en general con las
disposiciones normativas respecto de la distribución y ministración de las
participaciones federales, entre los municipios de la entidad federativa”,
dijo.
“Hay una consigna de estrangularnos políticamente”, indicó, pese a
que la normatividad indica que, a los cinco días de recibidas, las
participaciones federales deben ser trasladadas a las arcas municipales.
González Cruz insistió en que esa línea de crédito la usarán solo
en caso de ser necesario, pero si reciben los 600 millones no se tocaría.
Tampoco respondió a la pregunta de la síndico sobre el destino de
las cuotas descontadas a los trabajadores.
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