Salvador García Soto
Autor de la columna
“Serpientes y
Escaleras”,
Salvador García Soto
es uno
de los periodistas
críticos con
amplia presencia en
los
medios impresos y
electrónicos de México |
RedacciónQuihubole!!!
El
estado que vio nacer la rebelión zapatista, de donde surgirá la primera
candidata mujer indígena a la Presidencia de la República, vivirá en 2018 no
sólo la efervescencia de una complicada elección presidencial, sino la
agitación también de una elección de gobernador con visos de una nueva
alternancia política por el crecimiento de Morena en el estado.
La
alianza PVEM-PRI que hoy gobierna Chiapas, con Manuel Velasco, se ha
desdibujando y tendrá problemas para retener el poder por la fuerza que han
perdido los aliados: los verdes vienen a la baja en su votación nacional y el priísmo
acusa el severo desgaste de su marca en el país, mientras que en el estado, sin
jefe político ni liderazgo, vive una segmentación y desmoronamiento por su
cuestionado dirigente.
La
operación política del gobernador Velasco se mantiene, al igual que su cercana
relación con el presidente Peña Nieto. Aunque el ejercicio del poder acabó con
las aspiraciones presidenciales del gobernador chiapaneco, hoy se concentra en
la sucesión de su estado con dos cartas del PVEM: por un lado Eduardo Ramírez,
presidente del Congreso local, que no ha crecido como se esperaba, y por otro,
con más fuerza y arrastre en el estado, se mueve el senador verde Luis Armando
Melgar.
Pero
mientras el mandatario opera en su partido, su abuelo, Manuel Velasco Coello,
ha apoyado públicamente a Andrés Manuel López Obrador, a quien calica como “el
mejor candidato a la Presidencia”.
El PRI,
por su parte, es un caos en Chiapas. La dirigencia de Roberto Albores Gleason,
al mismo tiempo líder estatal, senador y aspirante por la gubernatura, ha
desatado la ira de varios grupos del priísmo local que le reprochan a su dirigente
nacional, Enrique Ochoa, el abandono y la complacencia con la situación
irregular y abusiva de su dirigente estatal.
A pesar
de que Albores declaró la falsedad de un supuesto desplegado de líderes
priístas locales acusándolo de dividir al partido (quienes se han deslindado de
la autoría de dicho documento), las quejas de corrientes internas son reales.
Porque
además de negarse a soltar la dirigencia del partido, Albores ha sido acusado e
investigado por la Fepade por utilizar en su proselitismo programas sociales
federales, como Progresa y Pimaf, lo mismo acarreando a beneciarios a sus
actos, como su “Informe legislativo” en abril pasado en Tuxtla, que entregando
apoyos a campesinos promoviendo su imagen.
El
activismo de Albores afecta la unidad priísta con amenazas de desbandadas.
Porque el senador y dirigente no es el único aspirante. También se mueven el
diputado local Willy Ochoa, quien promociona su imagen en espectaculares y con
un polémico programa de regalar pantalones a los chiapanecos.
Los
pantalones de Ochoa van marcados con la “W” de su nombre, además del secretario
del Campo estatal, José Antonio Aguilar Bodegas, quien ya fue candidato en 2006
y perdió con el perredista Juan Sabines.
El PRI
no la tiene fácil en Chiapas, sobre todo por la división y el encono que genera
la dirigencia de Roberto Albores. Si a eso se suma la caída del PVEM, el
panorama para la alianza que hoy gobierna el estado no es alentador. ¿Podría
ser Chiapas el primer estado que gobierna Morena? Si los priístas siguen por la
ruta que van, es muy probable.
NOTAS
INDISCRETAS…El fin de semana pasado Andrés Manuel López Obrador estuvo en
Durango, Zacatecas, Aguascalientes y Guanajuato, donde llamó la atención uno de
sus acompañantes: el delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, quien organizó la
gira y participó como testigo de los “Acuerdos de Prosperidad y Renacimiento de
México” rmados por AMLO.
La
presencia de Monreal desmiente versiones de que no está cerca del ánimo del
líder de Morena, de cara a elección del candidato en la CDMX. El 9 de julio se
reúne el Consejo Nacional morenista para denir reglas para la elección de sus
candidatos en 2018. Los criterios serán privilegiar “consensos”, pero donde no
los haya los candidatos se denirán “por encuesta”. Monreal encabeza las encuestas
en la CDMX, aunque muy cerca está Claudia Sheinbaum, a quien algunos ven más
cercana a López Obrador, aunque recientemente presentó el programa como
coordinadora política y de gobierno, lo que hace pensar que podría ser más bien
considerada para un cargo de gabinete si Morena ganara la Presidencia ¿El
candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno será por “consenso” o por
“encuesta”?... Un dato que explica la reciente renuncia del procurador
capitalino, Rodolfo Ríos: quiere ser magistrado del Tribunal Superior de
Justicia y para poder aspirar, necesita haberse separado del cargo nueve meses
antes. ¿Será?... Otro dato que también podría explicar mucho: el restaurante
Mar y Tierra, en Culiacán, de donde narcotracantes secuestraron a más de una
decena de personas el lunes, es propiedad del ex gobernador Juan S. Millán… Los
dados cierran con Serpiente y se guardan por inmerecidas vacaciones. Vuelven a
girar el lunes 10 de julio. Hasta entonces amables lectores.