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Por: Jorge Escobedo
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¡Nada personal!
Pelea la familia burocrática la dirigencia sindical
Redacción/Quihubole!!! TIJUANA, a 3 de febrero del 2019.- La pelea por las rebanadas del pastel del Sindicato de Burócratas Sección Tijuana está en pleno apogeo.
El pastel es grande, apetitoso, pero ha pasado tanto tiempo ya desde que fue cocinado, que quedan muy pocas porciones a las que no les han sacado todo el dulce que poseen.
Esas son las que están en pleito.
Son pocas sí, pero todavía alcanzan para aquellos que, que como dice mi colega Ramiro, lleguen a ponerse “buzos”.
Quienes pelean, en cambio, son muchos, quién sabe de dónde salen tanto, pero la verdad, son muchos. Incluso, hasta los que no hicieron “talacha”
Y todos quieren la menor de las porciones, tener durante tres años carros lujosos pagados de las cuotas de los trabajadores, las más jugosas; como las de otorgar bases a funcionarios que no les corresponde, otorgar prestamos millonarios a paraestatales como Issstecali a cambio otorgar poder y dinero a consortes de los dirigentes, en pocas palabras. ¡Corruptelas!
La pelea es feroz.
Estos contra aquellos y ambos contra otros, y viceversa.
Hoy, la pelea la dan entre grupos o planillas.
Grupos o planillas que, por cierto, han trascendido el mero ámbito como siempre cada tres años, porque ya no se habla de plasciencistas, parristas, osegueristas, no, ya no, los grupos han rebasado esa fase, aunque algunos digan lo contrario
Tampoco se trata de grupos que, específicamente, representen alguna base sindicalista o corriente social. Todos son borreguistas y bajo ese sino, sobre el burocratismo signo, inclusive, oponen sus contradicciones perturbadoras.
Y menos aún se trata de grupos a los que mueve un puro interés de poder económico, como pudieran ser los “`principiantes”, los “cuerdos”, o los corruptos “graduados” de la actual dirigencia.
No. Los grupos pelean entre los mismos trabajadores sindicalizados, en familia pues.
En la familia burocrática que, con todos sus miembros como únicos y exclusivos invitados, asistirá a la tradicional fiesta no de cumpleaños, sino de cumple de poder y ambición desmedida de quienes según ellos los defienden de las botas del patrón.
Se trata del pastel que cada tres años se reparte. Y el lapso es tan largo a los ojos de la ambición de quienes esperan la repartición que, por ello, el pleito es feroz, hay que tirar a matar, esa es la consigna.
Y lo hacen, tiran directo a la cabeza del enemigo. Expulsados y/o corruptos, para los grupos que dicen que su candidato es el mejor, aunque de por medio, antes del año estarán lamentando lo que no pudieron elegir como hombres, mañana lloraran como mujeres su mala elección.
Pero son torpes, porque todos ellos, amigos o enemigos, de uno y otro grupo, están rodeando al que será el nuevo dueño del pastel, al que va a repartirlo, según ellos se pongan o no “buzos”, como dice mi Ramiro.
Y cuando tiran a la cabeza del enemigo, que por lógica esta frente a ellos, lastiman al dueño del pastel que ha quedado en medio. Sus tiros, sus golpes bajos, las zancadillas, lastiman por necesidad al homenajeado.
Por ello son torpes.
Peor aún, sus pleitos son públicos y notorios, aunque ellos quieran lavar su ropa sucia en el seno de la propia familia burocratica.
Sucede ahora mismo. El pastel es la dirigencia sindical: sus porciones son las posiciones que habrán de ser asignadas en la próximo comité directivo municipal primero y estatal después, hoy el repudiado es Arturo Gutierrez; el dueño del pastel.
Los grupos son conocidos y todos están en seno de la familia revolucionaria aunque se diga todo lo contrario.
Los hay económicamente poderosos, herederos también de un viejo dirigebte ya desaparecido, como también existen los nuevos, los de reciente cuño, amparados éstos por algún hermano o primo bien colocado en el comité actual.
Unos y otros poseen recursos propios casi inagotables con que lanzar sus proyectiles. El dinero como en cualquier persona que los posea, es lo de menos. Hay tanto que debe emplearse para satisfacer los apetitos, para alcanzar los fines que se han propuesto. La dirigencia sindical de los burócratas.
Y es que ambos han coincidido, en concertar su campo de batalla. Los medios de comunicación.
Radio y televisión, pero sobre todo la prensa escrita, se han convertido en las trincheras de los grupos que forman a la multicitada familia revolucionaria.
Campo de batalla que, también, se asemeja a un tablero de ajedrez, en el que las cabezas de los grupos de los colores que actualmente participan mueven a su antojo a sus peones y alfiles, solo para lograr un mejor posicionamiento.
Se golpean unos a otros, pero, inmediatamente, también golpean al dirigente Arturo Gutierrez, dueño del pastel, el que está a punto de a repartirlo.
Las estrategias son varias. Hay quienes han optado por golpear directamente, criticando sin razón los recorridos que realiza la planilla que se asoma como la ganadora por todas las demarcaciones del municipio, así como sus ideas y hasta sus acciones del que encabeza dicha planilla, a quien un grupo de detractores asegura que es él se opone a la creación de un sindicato que castigue a los corruptos que llegaron para servirse y no para servir a la clase trabajadora.
Mientras, los trabajadores sindicalizados han escogido un camino lleno de vericuetos, complicados, pero al mismo tiempo fácil, por tener la oportunidad, única de saber elegir a sus dirigentes, a quienes realmente no los traicione, no los engañe pero sobre todo, no les robe. Estos son los peligrosos.
Ojala tomen casos ya ejemplificados, como los que este humilde escribiente, aprendiz de periodista ha venido señalando desde que inicio la actual dirigencia sumándonos a las protesta de los burócratas que rechazan sus corruptelas, de igual forma rehúsan el planteamiento, entre otras cosas, como la necedad de crear otro abrumante aparato burocrático, denominado comité de vigilancia, el que de seguro quedara al frente otro de esos mal llamados “líderes” que a la de “aguerzas” habrán de querer también repartir las rebanadas del suculento y delicioso pastel en las próximas elecciones burocráticas.
Sin embargo, de conseguir que tal proyecto se cristalice, que se va a dar, pero eso lleva tiempo. Lamentablemente eso, el tiempo, es lo que se les está agostando a los que ya les urge estar dentro del comité en busca de esa tajada que ansiosamente y con desesperación desean ya tener en las manos.
Por eso su urgencia, por esa ansiedad de sacar avante el tema dirigencia sindical nuevamente a la palestra. Por eso la estrategia de las cabezas de los grupos resentidos de “identificar” el pensamiento de los que realmente desean representar con honestidad y honradez al trabajador sindicalizado.
Por eso también los ataques a algunos funcionarios del gobierno municipal actual que nunca han visto con buenos ojos el sindicalizar a dichos funcionarios, entre los que se incluyen a personas que ostentaron altos cargos en la administración municipal pasada, que también no tardan en ser perseguidos y señalados por no haber sido aprobado en Asamblea General tan semejante disparate, mejor dicho la negociada y desmedida ambición de llevar a un alto cargo de juez a la esposa de uno de los actuales dirigentes. Un secreto a voces que los burócratas ya conocen.
Es la bandera de un pleito feroz por lograr una de las más jugosas rebanadas del pastel, no cabe la menor duda.
Pero también es muy cierto que y una lástima que la familia burocrática se pelee entre sí, porque con esos manazos, los proyectiles lanzados en contra de sus enemigos, que son ellos mismos, lo único que lograrán es que el rico pastel también se despedace y finalmente llegue a quedar representada por otro comite igual o peor a la que ahora los representa.
Es lastimoso, porque al final de cuentas al los verdaderos trabajadores que abanderan las causas justas del trabajador sindicalizado no les va a tocas ni las migajas.
Por hoy, es todo amigo y dilecto lector, pero, si Dios T. P., no permite otra cosa, yo que le escribo y usted que me lee en la próxima nos vemos, mientras, sus e-mails los estoy recibiendo en quihúbole_123@hotmail.com o bien en revistaquihubole@gmail.com pero que conste, no es… Nada personal