miércoles, 12 de julio de 2017

CHIAPAS 2018: EL PRI SE DESMORONA

Salvador García Soto
Autor de la columna
“Serpientes y Escaleras”,
Salvador García Soto es uno
de los periodistas críticos con
amplia presencia en los
medios impresos y
electrónicos de México
RedacciónQuihubole!!!
El estado que vio nacer la rebelión zapatista, de donde surgirá la primera candidata mujer indígena a la Presidencia de la República, vivirá en 2018 no sólo la efervescencia de una complicada elección presidencial, sino la agitación también de una elección de gobernador con visos de una nueva alternancia política por el crecimiento de Morena en el estado.
La alianza PVEM-PRI que hoy gobierna Chiapas, con Manuel Velasco, se ha desdibujando y tendrá problemas para retener el poder por la fuerza que han perdido los aliados: los verdes vienen a la baja en su votación nacional y el priísmo acusa el severo desgaste de su marca en el país, mientras que en el estado, sin jefe político ni liderazgo, vive una segmentación y desmoronamiento por su cuestionado dirigente.
La operación política del gobernador Velasco se mantiene, al igual que su cercana relación con el presidente Peña Nieto. Aunque el ejercicio del poder acabó con las aspiraciones presidenciales del gobernador chiapaneco, hoy se concentra en la sucesión de su estado con dos cartas del PVEM: por un lado Eduardo Ramírez, presidente del Congreso local, que no ha crecido como se esperaba, y por otro, con más fuerza y arrastre en el estado, se mueve el senador verde Luis Armando Melgar.
Pero mientras el mandatario opera en su partido, su abuelo, Manuel Velasco Coello, ha apoyado públicamente a Andrés Manuel López Obrador, a quien calica como “el mejor candidato a la Presidencia”.
El PRI, por su parte, es un caos en Chiapas. La dirigencia de Roberto Albores Gleason, al mismo tiempo líder estatal, senador y aspirante por la gubernatura, ha desatado la ira de varios grupos del priísmo local que le reprochan a su dirigente nacional, Enrique Ochoa, el abandono y la complacencia con la situación irregular y abusiva de su dirigente estatal.
A pesar de que Albores declaró la falsedad de un supuesto desplegado de líderes priístas locales acusándolo de dividir al partido (quienes se han deslindado de la autoría de dicho documento), las quejas de corrientes internas son reales.
Porque además de negarse a soltar la dirigencia del partido, Albores ha sido acusado e investigado por la Fepade por utilizar en su proselitismo programas sociales federales, como Progresa y Pimaf, lo mismo acarreando a beneciarios a sus actos, como su “Informe legislativo” en abril pasado en Tuxtla, que entregando apoyos a campesinos promoviendo su imagen.
El activismo de Albores afecta la unidad priísta con amenazas de desbandadas. Porque el senador y dirigente no es el único aspirante. También se mueven el diputado local Willy Ochoa, quien promociona su imagen en espectaculares y con un polémico programa de regalar pantalones a los chiapanecos.
Los pantalones de Ochoa van marcados con la “W” de su nombre, además del secretario del Campo estatal, José Antonio Aguilar Bodegas, quien ya fue candidato en 2006 y perdió con el perredista Juan Sabines.
El PRI no la tiene fácil en Chiapas, sobre todo por la división y el encono que genera la dirigencia de Roberto Albores. Si a eso se suma la caída del PVEM, el panorama para la alianza que hoy gobierna el estado no es alentador. ¿Podría ser Chiapas el primer estado que gobierna Morena? Si los priístas siguen por la ruta que van, es muy probable.
NOTAS INDISCRETAS…El fin de semana pasado Andrés Manuel López Obrador estuvo en Durango, Zacatecas, Aguascalientes y Guanajuato, donde llamó la atención uno de sus acompañantes: el delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, quien organizó la gira y participó como testigo de los “Acuerdos de Prosperidad y Renacimiento de México” rmados por AMLO.
La presencia de Monreal desmiente versiones de que no está cerca del ánimo del líder de Morena, de cara a elección del candidato en la CDMX. El 9 de julio se reúne el Consejo Nacional morenista para denir reglas para la elección de sus candidatos en 2018. Los criterios serán privilegiar “consensos”, pero donde no los haya los candidatos se denirán “por encuesta”. Monreal encabeza las encuestas en la CDMX, aunque muy cerca está Claudia Sheinbaum, a quien algunos ven más cercana a López Obrador, aunque recientemente presentó el programa como coordinadora política y de gobierno, lo que hace pensar que podría ser más bien considerada para un cargo de gabinete si Morena ganara la Presidencia ¿El candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno será por “consenso” o por “encuesta”?... Un dato que explica la reciente renuncia del procurador capitalino, Rodolfo Ríos: quiere ser magistrado del Tribunal Superior de Justicia y para poder aspirar, necesita haberse separado del cargo nueve meses antes. ¿Será?... Otro dato que también podría explicar mucho: el restaurante Mar y Tierra, en Culiacán, de donde narcotracantes secuestraron a más de una decena de personas el lunes, es propiedad del ex gobernador Juan S. Millán… Los dados cierran con Serpiente y se guardan por inmerecidas vacaciones. Vuelven a girar el lunes 10 de julio. Hasta entonces amables lectores.

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