En este marco, López Obrador explicó que esta propuesta no tiene otra meta más que la de prevenir situaciones que terminen corrompiendo a obras emblemáticas que se hicieron de forma honesta y con el cuidado correspondiente en el recurso público.
“El objetivo de dejar la administración del Tren Maya y algunos aeropuertos, como el Felipe Ángeles, en manos de la Sedena es para evitar que sean privatizados, pues se han construido con recursos públicos”, insistió el mandatario federal.
En esta explicación, Andrés Manuel López Obrador dio como ejemplo, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) “no aguanta el primer cañonazo” ante una insinuación de privatizar esos proyectos.
"Sí estamos haciendo todo un esfuerzo de ahorro, no queremos que al paso del tiempo estas obras se privaticen. ¿Quién nos puede garantizar que estos bienes de la nación se cuiden? Pues una institución como la Sedena. No sólo es porque ellos están ayudando en la construcción y están actuando con honestidad, es también dejarles todas estas obras a una institución fuerte”, destacó el tabasqueño.
Para concluir con el tema, AMLO recordó que durante el sexenio del panista Vicente Fox, el Fonatur vendió terrenos ubicados a cinco minutos del aeropuerto de Cancún, Quintana Roo, “que por cierto está concesionado”, a siete pesos el metro cuadrado en una zona de manglares. “Ni lo que cuesta un metro de alfombra (…) y ahí los pseudoambientalistas no dijeron nada”.
Y agregó: “Entonces, ¿cómo se lo vamos a dejar a Fonatur? No aguanta la primera insinuación, ni el primer cañonazo".
El presidente de la República dio punto final al tema, informando que el Tren Maya será eléctrico de Mérida a Chetumal, y en el resto de la línea usará diésel bajo en azufre, que lo hace amigable con el medio ambiente.
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