Lo
anterior seguido de las interrogantes, ¿Cuántas veces has orado por tu hermano?
Hermano en la sangre. ¿Cuántas veces has orado por alguien que no es tu
hermano? ¿Alguna vez, alguien se acercó a ti, y te dijo, Estoy orando por ti?,
Que
hermoso es, cuando hay personas que expresan que están orando por nosotros, nos
hace sentir que somos especiales para ellos, qué les importamos. que se
preocupan por nosotros. Que buscan nuestro bien. Ahora, cuando tu oras por
ellos. lo que refleja en ti, es el gran amor de Dios en tu corazón, apuntó.
“Cuando
oras por tus hermanos, no existe la vida vieja, no más. No hay rencor, no hay
envidia, no hay enojo, no hay venganza, no hay maldad, ni deseo en tu corazón
de lastimar la vida de tu hermano, mucho menos ver a tu hermano sufrir”, añadió.
Sea
hermano en la sangre, o en la fe. O solamente sea una persona en la que has
conocido y has visto en el o ella, la gran necesidad del gran amor de Dios. Tu
corazón movido por el gran amor de Dios, te lleva a doblar tus rodillas, cerrar
tus ojos y clamar al único y sabio Dios, rogando tenga misericordia de tu
hermano, amigo o conocido.
Para que
el Señor tome la vida de esa persona y le traiga restauración, perdón y gran
amor en una nueva vida en Cristo. Dios nos está llamando a que oremos los unos
por los otros. A que tu vida sea una vida de oración por tus hermanos, añade Roblero Reyes.
Enfatizando
que, si todos nos unimos en oración, el Señor, nuestro Dios, nos llenará de vida
y su Reino de justicia, de paz y de amor se establecerá en nosotros cada vez
más y anhelaremos que su Reino se establezca para siempre en su totalidad. Pero
también la Escritura nos previene y debemos de estar alerta, hay personas que
viven en pecado y se deleitan practicando el pecado y no reconocen a Jesucristo
como Señor y en ningún momento hay arrepentimiento, solo soberbia y vanidad, explicó
el presbítero.
Sobre
estas personas –resaltó --, aléjate, y no tiene caso que pidas por el perdón de
sus pecados. Solo ruega al Señor, que tenga de ellos misericordia y no sea tarde
para ellos, pero no permitas que sus influencias de maldad te alcancen.
“Mantente
alejado y ora por aquellos que están arrepentidos de sus pecados, y Dios traerá
vida. Y de los que no están arrepentidos, que Dios tenga misericordia. Seamos
hombres y mujeres de oración. Y más aún. Que oremos por nuestros hermanos. Dios
te use para Su Gloria”, puntualizó finalmente el presbítero, Robelio Roblero
Reyes.
La redacción:
La Iglesia Presbiteriana Dios Habla Hoy, esta ubicada en Av. de los Grandes Lagos 838, El Lago, Tijuana, B.C.
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