martes, 11 de enero de 2022

La naturaleza es parte de la Fiesta Grande

· Ornamentos usados en la feria de Chiapa de Corzo provienen de una especie de calabaza que requiere de un proceso especial para convertirse en toles o jicalpestes y pumpos

El municipio de Chiapa de Corzo es reconocido por sus artesanías elaboradas mediante la técnica de la laca, con la que se trabajan pumpos y toles o jicalpestes, objetos que actualmente son elementos más icónicos en la Fiesta Grande de enero, una de las celebraciones religiosas y tradicionales de las más populares de Chiapas, donde destacan el uso de vestimentas y ornamentos típicos tradicionales.

Los toles o jicalpestes son usados por las chiapanecas al transportar distintos objetos como confeti o dulces, mientras que los pumpos se llenan de agua para hidratar a los parachicos en sus bailes tradicionales. Estos dos objetos provienen de la Lagenaria siceraria, una especie tropical, perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, que agrupa a las calabazas, pepinos, estropajos, melones, entre otros.

Para que los frutos de la Lagenaria siceraria se conviertan en un tol o pumpo para transportar agua debe llevar un proceso en el cual una vez que los frutos estén maduros se les hace una pequeña incisión en el caso del pumpo y en el caso del tol o jicalpeste se corta casi a la mitad, para ayudar el proceso de secado y no queden excedentes de pulpa de la fruta. Se le agrega una mezcla de agua con ceniza y se deja secar al sol.

Una vez que los frutos están secos y limpios se procede a lijarlos para dejar un acabado estético y liso, tanto por dentro como por fuera; ya conseguida esta labor, comienza la verdadera magia de las manos artesanas, pues luego de aplicar una tierra especial que ellos elaboran y de una grasa llamada aje, inicia el proceso de darle un brillo a las piezas, que generalmente son en su mayoría de color negro. A esto se le llama fondeado. Ya obtenido el color y el brillo deseado, la creatividad toma vida en este lienzo, el cual es adornado con muchas flores de diferentes colores.

Todos los objetos son adornados con las flores imaginables en cada pieza irrepetible, donde los pequeños pinceles hechos de pelo de gato dan los toques finales, dibujando pequeños trazos que simulan hojas de helechos. Las y los artesanos de Chiapa de Corzo son conocidos a nivel mundial por la habilidad que tienen de formar flores con ayuda de sus dedos, lo que hace de cada pieza una de las joyas artesanales más impresionantes de Chiapas.

De esta manera, las tradiciones y la naturaleza guardan una estrecha relación, que se puede continuar mientras se cuidan y conservan los recursos naturales para que los frutos, hojas, ramas, árboles, etc. continúen estando presentes en las festividades chiapanecas.

En ese tenor, la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural hace un llamado a las y los chiapanecos a preservar las tradiciones, así como a fomentar los huertos urbanos que permiten la regeneración de dicha especie de calabaza que forma parte de la cultura y costumbres.

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