Por: Alfonso
Villagrán
Miembro del
Comité
Estatal
de Antorcha en BC |
BAJA CALIFORNIA
Redacción/Quihubole!!!
MEXICALI, a 24 de marzo de 2019.- Ya es
lugar común que los funcionarios de los tres órdenes de gobierno, casi pudiera
decirse de cualquier entidad, presentan poco o nulo interés por resolver las
necesidades de los ciudadanos, más si estos se encuentran organizados y
presentan su inconformidad a través de la manifestación popular cuando ya se han
agotado todas las instancias y tiempo de espera, el gobernante pretexta que él
no trabaja bajo presión, ni mucho menos acepta chantajes, además de la
sempiterna cantaleta de que los recursos son pocos o inexistentes para atender
la petición.
Si lo dicho suena increíble o fuera de
la realidad, bastaría con preguntarnos, ¿cómo es posible que en un país como
México, que ocupa el décimo segundo lugar como potencia económica en el mundo,
haya cada vez más pobres y más pobres? ¿Cómo es que hay comunidades que no
cuentan con los servicios y obras públicas para hacer más llevadera la vida de
sus pobladores?, la respuesta no es complicada, sino más bien incómoda para
algunos, es la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y la ausencia
de una autoridad regulatoria de dicha situación, para enarbolar una política de
justicia social.
Tal es el caso de Mexicali, municipio
que encabeza el panista Gustavo Sánchez Vázquez, el cual desde el inicio de su
administración se había desentendido de realizar obras públicas, solo hasta el
día de hoy, en que pretende una reelección en el cargo es que ha desencadenado
una serie de obras en puntos estratégicos para ganar popularidad, ello se suma
a la atención burocrática que se ha dado a las peticiones que encabeza el
antorchismo mexicalense, el cual a través de las manifestaciones, encontrando
siempre las puertas cerradas y resguardadas por la policía, ha logrado en dos
ocasiones entrevistarse con el munícipe y secretario de gobierno, pero sin
llegar a una solución de los problemas pese a los compromisos del señor presidente.
Es así, que en la última reunión
celebrada el 24 de enero del año en curso, con la asistencia del dirigente estatal
del antorchismo bajacaliforniano, Ignacio Acosta Montes, el señor presidente
acompañado por Antonio López Merino, secretario de gobierno, aseveró que su
administración siempre tiene y tendrá las puertas abiertas y la disposición en
atender a los antorchistas y cualquier ciudadano, de igual forma, recordó a los
líderes antorchistas que ante los nuevos recortes del presupuesto federal
entendieran que era más difícil que antes realizar obras públicas, sin embargo,
indicó que en un plazo de 15 días, a través de López Merino darían una
respuesta concreta a las peticiones expuestas.
Acto seguido, cumplido el plazo, como ya
había sucedido en anterior ocasión, al buscar los antorchistas al secretario de
gobierno, este no les volvió a dar la cara, pese a que le diera instrucciones
precisas el señor presidente de atender y dar respuestas como se señala
renglones arriba. Ante esta situación, los antorchistas buscaron la manera de
hacerse oír por el munícipe, sin embargo, cada vez que acudían al palacio
municipal se les negó la entrada por los responsables de la seguridad,
finalmente después de tanta insistencia, fueron atendidos por el responsable de
la relación con organizaciones, José Pablo Angulo, quien les dio cita en las oficinas
de obras públicas, en donde ya pasado un mes del compromiso de dar respuestas a
las peticiones, a los antorchistas se les citó solamente para pedir mayores
datos acerca de las obras que solicitaron al ayuntamiento, lo cual provocó
descontento en ellos, pues dichas obras han sido solicitadas desde que empezó
la administración de Sánchez Vázquez, suficiente tiempo para conocerlas. Aun
así, los antorchistas dieron continuidad a la reunión y brindaron la
información requerida.
Pero el asunto no quedo ahí, durante la
reunión citada, José Pablo Angulo ante la inconformidad manifiesta de los
antorchistas de no dar un trato serio y responsable a sus peticiones, esté sin
ningún rubor lanzó la amenaza velada de regresarse a su oficina en palacio
municipal y como de costumbre no atenderlos y negarles la entrada, pues para él
la reunión era una muestra de interés de la presidencia por resolver y dejo claro
que en cosa de 20 días les informarían que obras sería posible ejecutar, sin
embargo, la respuesta, como ya lo habrá adivinado usted amable lector, ha sido
un monumental silencio y puertas cerradas en el ayuntamiento a todo antorchista
que va a solicitar atención.
Y es precisamente por lo ya expuesto que
pregunto desde el título ¿Y con esa gente piensan volver a gobernar?, piense
usted, un presidente municipal que sólo se ha preocupado en realizar obras
cuando mejor conviene a sus intereses y que, una de dos, de por si no quiere
dar respuestas a los grupos organizados como Antorcha, reprimiendo incluso su
derecho a ingresar a la casa de todos los cachanillas para gestionar obras en
su beneficio o no le hacen caso sus subordinados; un secretario del
ayuntamiento como López Merino, que a pesar de que le da instrucciones directas
el señor presidente no las atiende, siendo además su obligación como
funcionario público que es, mejor esconde la cabeza y finalmente, José Pablo
Angulo, quien no tiene el descaro en amenazar de reprimir si se insiste en la
solución de los problemas.
Los dos primeros, es decir Gustavo
Sánchez Vázquez que busca reelegirse como alcalde de Mexicali y Toñito López
Merino, quien ya abandono el cargo de secretario del ayuntamiento para competir
por una candidatura pluri a diputado, quienes seguramente, de ganar, le
compartirán un hueso al licenciado Angulo, son los que pretenden en los
próximos comicios ganar nuestra confianza para conseguir nuevamente el objetivo
de ocupar un cargo público y seguir viviendo del erario, sin atender, resolver
y escuchar a los que ingenuamente confíen en ellos y por ende a todos los
mexicalenses, en conclusión, si ellos piensan volver a gobernar, creo que la
ciudadanía debe razonar si por ellos va a volver a votar.
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