Ahora que se cumple el primer lustro en la vida de este movimiento,
podemos ver que el arduo y comprometido trabajo de sus dirigentes ha rendido
frutos cívicos
Por: Manuel Espino Barrientos el 17 de mayo de 2015
Decía el entonces candidato, licenciado Enrique Peña Nieto: “Coincido
con ustedes en que es tiempo de levantar anclas y navegar en las aguas de
nuestra historia para reactivar el proceso de transición hacia la democracia y
concluirlo en una nueva forma de relación entre gobierno y sociedad que, acorde
a los tiempos que corren, sea auténticamente democrática y libertaria sin
cortapisas”.
Se trataba de un compromiso de honor entre el hoy primer mandatario y
el movimiento nacional Volver a Empezar firmado el 22 de mayo de 2012, en plena
campaña electoral, pero con una visión social y política de transformación de
la precaria situación en que el gobierno en turno mantenía al país.
Igualmente, era un reconocimiento público al peso específico de este
esfuerzo colectivo que congrega a líderes de gran raigambre social y de
conocida probidad, unidos con el objetivo supremo de dignificar la política y
despartidizar las instituciones abriendo espacios de colaboración transparente
entre gobernantes y gobernados.
A tres años de ese compromiso, y justo ahora que se cumple el primer
lustro en la vida de este movimiento, podemos ver que el arduo y comprometido
trabajo de sus dirigentes ha rendido frutos cívicos. Se han generado, y
publicado, propuestas para coadyuvar en los temas que motivaron la firma de
aquella promesa. Se desarrollaron proyectos para aliviar la carga de injusticia
en diversas comunidades. Hemos acrisolado un prestigio por ser un factor de
unidad social y desempeñar una labor de creación de espacios de diálogo por
encima de ideologías y partidos, indispensable en este ambiente político tan
crispado y conflictivo, con la congruencia como sello de la casa.
En estos logros ha sido decisiva la labor de su dirigencia, el
presidente Carlos Acosta Víquez y la secretaria general Jeanette Moisés
Ramírez, así como el trabajo humilde, y entregado, de sus líderes estatales,
motivados no por la búsqueda de un beneficio personal o grupal, sino por el
objetivo supremo de servir a la patria.
En este quinto aniversario recordamos que el licenciado Enrique Peña
Nieto también dejó asentada su firma bajo las palabras “de ser presidente de
México; me comprometo con ustedes a promover la instauración de un nuevo
sistema político”. Ahora que ya lo es, gracias al voto de VAE y al de millones
de mexicanos, podemos decir, con la mirada firme y las manos limpias, que
durante lo que va de esta administración federal hemos puesto todo de nuestra
parte para que se cumplan los compromisos pactados de cara a la nación. Por
nosotros no ha quedado y esperamos que nuestra contraparte también honre la
palabra empeñada. Al día de hoy es uno de los muchos pendientes del Presidente
de México.
Ex presidente nacional del PAN y ex presidente de la Organización
Demócrata Cristiana de América
www.twitter.com/ManuelEspino
manuespino@hotmail.com
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