El presidente de
Rusia, Vladimir Putin, causó polémica después de pronunciar un discurso en el
que aseguraba que era algo “monstruoso” enseñar a los niños que pueden cambiar
de género lo que fue considerado como un retroceso en los derechos de los
homosexuales y las personas transgénero.
Con esto, Putin
atacó al liberalismo occidental pues también criticó la llamada “cultura de
cancelación” pues expresó que cada país debe mantenerse fiel a sus valores y
tradiciones.
Durante la reunión
anual del Valdai Discussion Club en el balneario de Sochi, sobre el Mar Negro,
el mandatario pidió a Rusia adherirse a sus tradiciones y alejarse de las
“perturbaciones socioculturales” de Occidente.
En ese sentido es
que Putin calificó como “monstruoso” que en Occidente a los niños y niñas se
les eduque sobre identidad de género y cuestiones transgénero.
“Es un momento
simplemente monstruoso cuando los niños son empujados a creer desde el
principio que un niño puede convertirse fácilmente en una niña, y viceversa”,
expresó.
“Llamar a las cosas
por su nombre, esto se acerca a un crimen de lesa humanidad disfrazado con el
nombre y bajo la bandera del progreso”, advirtió.
El mandatario
reprochó que nadie recurre a los psicólogos infantiles para saber si los niños
tienen la capacidad de decidir cambiar de género, algo que afirma “puede
arruinar sus vidas”.
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“Se les empuja a
creer que tienen una opción, impuesta mientras que los padres son rechazados. Y
un niño se ve obligado a tomar una decisión que puede arruinar su vida”, dijo.
Desde julio de 2020
en la constitución rusa se prohibieron los matrimonios entre personas del mismo
sexo. También se considera ilegal la “propaganda gay”, y la adopción
homoparental y de personas trans.
Finalmente, durante
en 2019 en Londres, Vladimir Putin comentó que el liberalismo se había vuelto
obsoleto por lo que había que defender los valores familiares tradicionales.
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