La forma de administrar los recursos humanos para tomar el curso “Soporte
Vital Básico”, fue pieza clave para lograr este reto, aseguró Carlos Navarro
Camacho, comandante de Operaciones Especiales de la corporación, ya que se
formó un equipo de instructores para lograrlo.
Como requisito debían ser TUM y fueron los primeros en certificarse por
la Asociación Americana del Corazón (AHA, por su nombre en inglés) para,
posteriormente, replicar el conocimiento entre sus compañeros.
Navarro Camacho aclaró que los bomberos deben contar con un entrenamiento
constante en cada áreas y, en este caso, el curso “Soporte Vital Básico”, deben
tomarlo todos, desde el personal operativo hasta el administrativo. “Este es el
curso que todo bombero debe tener para dar una buena atención en caso de algún
trauma; es el nivel ideal para que los bomberos mantengan estable a la persona
mientras llega la ambulancia”, mencionó el comandante.
Además, explicó que en el curso aprendieron las maniobras de reanimación
cardiopulmonar para cuando se les presente un caso de alguna persona que deja
de respirar o no cuenta con el pulso cardiaco, así como las técnicas que se
deben utilizar con bebés, niños y adultos.
También aprendieron la importancia de manejar un desfibrilador externo
automático (DEA), aparato que analiza automáticamente el ritmo cardíaco de una
persona que está sufriendo un paro y, Cuando es necesario, libera una descarga
eléctrica al corazón para restablecer su ritmo normal, lo que ayuda a aumentar
la probabilidad de sobrevivencia.
El comandante manifestó que la capacitación es continua y así como estos
cursos que debe conocer todo el cuerpo directivo, existen los especiales para
los de las áreas forestales, salvavidas,
equipo para estructuras colapsadas,
materiales peligrosos y la edición de rescate y emergencias médicas.
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