ascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo/Redacción/Quihubole!!!
· La
desvalorización anual se mantiene al alza impulsada por incrementos a gasolinas
y gas LP
· Se elevó 4.67
por ciento en febrero- 2021 por consecuencia de un proceso económico provocado
Con un índice
laboral que no acaba de recuperar los niveles de 2018 y un proceso
inflacionario que, en febrero, reportó un alza del orden de 4.67 por ciento, se
espera que el presente año la economía mexicana se mantenga en “recesión”,
frente a pocas expectativas de nuevas inversiones, principalmente del sector
privado, que refuercen programas que quedaron “truncos” por efecto de dos
causas: la falta de políticas públicas federales, y la pandemia de Covid-19.
En promedio, los
productos de la canasta básica durante el periodo de marzo de 2020, a marzo de
2021, registraron un incremento del 6.2 por ciento. Este índice es resultado
del aumento de esos productos en 5.1 por ciento en la ciudad de México; 6 por
ciento en Guadalajara, y 7.6 por ciento en Monterrey, para totalizar el 6.2 por
ciento.
Es de señalar
que, algunos de los alimentos de mayor consumo y que también son parte
importante de esa canasta básica, destaca en ese periodo de marzo a marzo, 2020
y 2021, respectivamente, está la carne de pollo, que tuvo un incremento del
15.2 por ciento; la leche pasteurizada, con 7.5 por ciento, carne de res, con
el 7.5 por ciento, y la tortilla, cuyo precio al consumidor se ubica
actualmente en 14.00 pesos el kilogramo. Hay que señalar que el huevo fue el
único alimento que tuvo un ligero descenso, de 3.0 por ciento, en su precio al
consumidor.
Es de señalar
que, en varios estados de la República, se dieron incrementos de las gasolinas,
en particular la denominada magna, con un porcentaje hacia arriba, del 15 por
ciento en el recientemente concluido mes de marzo de 2021. En el rubro de la
inflación, el gobierno reportó un dos por ciento.
La inflación anual se mantiene al alza por tercer mes consecutivo; es decir, lo que va del presente año, impulsada por incrementos a gasolinas y gas LP.
Los productos
con variaciones de precios al alza que tuvieron mayor incidencia en la
inflación, fueron el gas doméstico, con un encarecimiento mensual de 5.21 por
ciento, seguido de la gasolina de bajo octanaje, con un alza de 2.08 por
ciento.
Analistas
suponen que la inflación presionará más en el futuro inmediato y podría superar
el 5 por ciento, sobre todo en la segunda quincena de abril.
En el mismo tema
de alza en los precios de alimentos básicos, hay que señalar que, “bajita la
mano”, el agua potable envasada en presentaciones de medio litro, un litro y
así, hasta llegar a 20 litros, que es el galón grande, con tooodo el
consentimiento de las autoridades federales de Economía, de Salud y, sobre todo
con relación a la vigilancia de precios de comercialización de agua
“purificada”, a cargo de la PROFECO, ha ido en aumento y ya son miles de
millones de litros que se distribuyen diariamente en todas las zonas urbanas y
rurales del país.
México es el
quinto país del mundo en el mercado del agua embotellada. La empresa Danone, de
Francia, y las señaladas Coca Cola y PepsiCo, de Estados Unidos, “son dueñas”
del 82 por ciento del comercio de agua envasada potable en México. El valor del
agua que se vende en México, es de unos 15 mil millones de dólares.
Lo peor de todo
este proceso, lo que llama la atención de manera destacada, es que la concesión
de purificar y comercializar agua embotellada en todo México, adivinen cuáles
son las empresas preferidas para la producción, purificación y comercialización
en este ramo: pues la Coca Cola, la Pepsi Cola y una marca francesa, Danone,
las cuales “controlan libremente” el mercado nacional de agua purificada, con
la característica de que la comercializan más cara que en sus países de origen.
La “Coca” y la
“Pepsi” venden el galón de 20 litros en 40.00 y hasta cerca de 50.00 pesos, en
promedio, mientras que en el comercio organizado cuesta más. La botella de
medio y un litro, de plástico –cuyos envases desechables son contaminantes
poderosos— varían de doce a 22 pesos, respectivamente.
¿Será posible
que, con estos valores comerciales que tiene el agua, no formen parte del
control de precios que promueven las dependencias gubernamentales “de protección
al consumidor?”. Por supuesto que “no queremos que la inflación se convierta en
el impuesto más injusto para las clases populares”.
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