El
presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que Rosario Robles es un
chivo expiatorio.
CDMEX
POR: CARLOS MARÍN
Redacción/Quihubole!!!
CIUDAD DE MÉXICO.- a 2 de agosto de 2019.- “Sigo pensando lo mismo”, dijo en su habitual
conferencia: “Que los responsables de la tragedia nacional son los de mero
arriba, tanto del sector público como del sector privado; nada más que ya no
puedo llamarles como les decía antes. ¿Y qué era lo que sucedía? Se simulaba,
se exponía a chivos expiatorios…”.
Como
presidente electo, eso declaró al término de la ceremonia del aniversario 208
del inicio de la Independencia (15 de septiembre del año pasado), pues
consideraba que los supuestos desvíos de dinero en las secretarías de Desarrollo
Social y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano eran: “Un circo, porque no
fueron al fondo. Nunca cuestionaron a los responsables, a los jefes del saqueo
desde tiempo atrás. Llevan 30 años saqueando el país y los medios de
comunicación calladitos. Algunos han callado durante muchos años el saqueo en
el periodo neoliberal y los principales saqueadores de México. Los que
permitieron el saqueo gozan de impunidad y ni siquiera se les menciona en los
periódicos, a los de mero arriba”.
Pese
al distanciamiento político y personal con la mujer que en 2000 le hizo entrega
del gobierno de la capital del país, también ayer dijo algo que viene
reiterando: “Nosotros hicimos el compromiso de que no íbamos a desatar la
persecución, que no es mi fuerte la venganza…”.
El
caso Rosario Robles, sin embargo, desata la especulación en sentido contrario a
lo que afirma el Presidente (y no sobra recordar que López Obrador se
caracteriza porque dice, precisamente, lo que piensa), ya que ninguno de los
periodísticos datos duros de la llamada Estafa maestra, como tampoco las
investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación, la señalan como
saqueadora del erario, como sí apuntan a una decena de universidades y ex
servidores públicos.
Con
salvaguarda de su independencia y autonomía, con diligente atención y desde
luego respeto, el doctor Alejandro Gertz Manero debiera tomar la sospecha del
jefe de las instituciones nacionales, ya que no faltan quienes, dentro y fuera
de su equipo, quisieran empinar a la Fiscalía General de la República en la
fabricación de culpas.
Hombre
de fe, López Obrador sabe a la perfección el significado de la expresión
bíblica “chivo expiatorio”: era el pobre animal (dos en realidad) que
sacrificaban los antiguos hebreos el Día de la Expiación (su mayor festividad).
Seleccionaban un par de machos cabríos y dejaban al azar su destino: uno para
ser degollado por el sumo sacerdote, que en caliente rociaba de sangre el arca
de la alianza para “purificar” el tabernáculo. Sobre el otro desventurado macho
cabrío, el mismo rabino le ponía sus manos en la cabeza dizque para
transferirle la culpa de todos los pecados del pueblo judío, y la mala suerte
del animal quedaba echada con un apedreo previo a ser abandonado en el
desierto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario