BAJA CALIFORNIA
Por: Jorge de Jesus Escobedo
Redacción/Quihubole!!!
TIJUANA, a 6 de mayo de 2019.- Ningún reportaje
social vale dejarse la vida. ¿Pero cómo se lo explicamos a los que no son periodistas?
Estoy en un restaurante del centro de Tijuana. Frente al tradicional y
emblemático “Arco” del parque Sta. Cecilia, uno de los teatros al aire libre de
los músicos. Con cantantes que llevan trajes rancheros y otros anorteñados.
Afuera es todo amarillo, azul y guinda.
Las imágenes de los candidatos a la
gubernatura, alcaldía y diputaciones en
todas partes. Hasta en el arbotante. Ni lo podrían imaginar. Tu que soñabas
verlo querido amigo por el pueblo tijuanense. Ahora sí se adueñaron de la
política engañadora y vil.
La cobertura de las elecciones terminó
para ti con tu muerte. Pero no la política rastrera y asquerosa como tú solías
decir. Ni la ilusión de ver a los candidatos electos. Era lo que soñaste. Me
comentaste la última vez que hablamos cuando te pedí el número telefónico del
amigo de ambos, Jesús González Armendáriz. Verlo algún día como alcalde o
diputado, levantando la mano con la “V” de la victoria.
Me aferré a eso. Ayer fue otro día
difícil de mi vida. Yo te apreciaba y admiraba enormemente. Eras uno. Por no
decir único. Te fuiste el día que me comprometí contigo hacer una reseña de los
actores políticos que participan en el proceso electoral 2019. Y te recuerdo emocionado
leyendo el Diario El Informador de Huixtla en tus manos. Y ahora difícilmente
exista un sustituto que me los lea como tú solías hacerlo.
Aún resuena en mis oídos escuchándote decir
“ingrato” palabra que hiciste famosa con otro colega mío, Odilón García reconocidísimo
ex conductor de Canal 2 y periodista bajacaliforniano que sin conocerte, hoy
nos decimos cuando nos vemos, “que tal ingrato como estas”, “ingrato cuéntame cómo
te ha ido”, y al despedirnos, “ingrato pórtate bien”.
Hoy no sé cómo explicarles a nuestros amigos
y colegas que jamás volverás a escribir.
Hoy luego de estar con amigos como José Ángel
Inzunza, Pedro Castillo y Jorge Camacho, viendo los protagonistas del proceso electoral
2019. Y mientras la gente grita porras y consignas en favor de sus candidatos.,
escucho tu voz a lo lejos decir. "JdeJ decime que se siente", yo
siento que debería estar en Tijuana. Créelo o no, estuve allí contigo, te soñé
con quien dices son tus candidatos ¿Te acuerdas? Me dijiste.
Y antes de subir a la Canaco donde se
llevan a cabo las ruedas de prensa de la APT y la ANPAC, tuve la suerte de
escuchar y ver las mejores entrevistas dee tus colegas a través de los videos
de transmisión en vivo de los diferentes medios de BC y allende las fronteras.
Estabas frente a una puerta de vidrio.
Habían muchos colegas, que por supuesto
no conozco ni me conocen en persona. Pero los que los leemos seguro que creemos
que estaban ingresando a la curul junto a los candidatos que habrán de llegar.
"Ahí viene. Es él. El candidato ganador de la gubernatura de BC, a la
alcaldía de Tijuana y a las diputaciones de los distritos tijuanenses.
Me sorprendes, de qué planeta viniste mi
rudimentario socialero? No sé si fue así. Pero así lo recuerdo. Y me emocionó
tanto. Pensé, sos el mejor con la pluma y lograste superar esa barrera tan difícil
que es relatar en una balaustre de sociales aun contra quienes te lastimaron
pero no escaparon que les restregaras sus verdades a través de tus columnas
socialeras de la crema y nata de la sociedad de toda la Costa de Chiapas..
Van dos de tres candidatos muy buenos, que
acaban de revelar la podredumbre y corruptelas de dos de sus adversarios que más
adelante intentaran otro remate previo al cierre de sus campañas. Señalamientos
tan contundentes mostrando “los pelos de la burra en la mano”, advierten. No te
despegues de ellos, predijiste ese día que conversamos.
Quienes hoy gritan desde su ronco pecho
muy seguros de ganar las elecciones para gobernador de Baja California y
alcalde de Tijuana, no son más que “llamarada de petate”, no saben lo que les
espera, mucho menos se imaginan por donde “les va saltar la liebre”. A pesar
que dos de ellos le están metiéndole toda “la carne en el asador”. Y yo te veo ahí
junto a los primeros, como si yo también estuviera con ustedes.
O tal vez sí esté con ustedes. Porque es
más difícil abrazar en las derrotas que en las victorias. A mí me abrazaran
todos los amigos y los colegas que me quieren en las buenas y en las malas,
sobre todo en los momentos más importante de mi vida.
Ingrato déjame decir que perder amigos
como tu será como perder una columna social que se quedó en el tintero por no
entregársela a tiempo al condenado “Memo Soto”. Algo así como perder a mis amores,
mis padres y mis hermanos con los que quiero envejecer. Y que un día tarde o
temprano habrá de quedar como una página en blanco, remarcaste como un mal
presagio que queda grabado en mi mente.
¿Pero sabés qué mi querido “Oswald”? Dejame
decirte que descubrí algo. No te igualaré nunca porque serás el mejor aún en
diferente género. Pero si quedo aquí es porque siento el periodismo igual que tú.
Como la vida misma. Y viviré lo que Dios me quiera regalar de vida para contar
las historias que difícilmente, lo confieso, hubiera querido contar igual que tú.
Feliz viaje gordito, que Dios ilumine tu camino.
Amigos por siempre…
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