BAJA
CALIFORNIA
Por: Omar
Carreón Abud*
Redacción/Quihubole!!!
En un
discurso pronunciado durante un mitin en la ciudad de MEXICALI, el pasado
viernes 21 de septiembre y hablando de los apoyos en dinero que le tiene
prometidos a los mexicanos más necesitados, el señor presidente electo, Andrés
Manuel López Obrador, dijo lo siguiente: “Todo el apoyo social para el
bienestar de nuestro pueblo va a ser personalizado, nada de que soy de la
organización Francisco Villa, Emiliano Zapata, la Antorcha no sé de qué y que
me tienes que entregar a mí como dirigente y yo lo voy a repartir -porque dicen
como caciques- ‘a mi gente’, eso ya se acabó, son ciudadanos libres”.
Al día
siguiente, en Guaymas, Sonora, el presidente electo volvió sobre el tema y,
usando expresiones muy parecidas, dijo: “se va a entregar el apoyo de manera
directa, sin intermediarios, cada familia, cada madre de familia va a recibir
el apoyo de beca para los hijos con una tarjeta, así van a recibir todos los
apoyos, de manera directa, personalizada, no con intermediarios, no es de que
me vas a dar a mí el dinero que yo soy de la organización Plutarco Elías Calles
o Emiliano Zapata o la Antorcha mundial y yo le voy a entregar el dinero a la
gente; no, eso se terminó, ya no vamos a requerir de intermediarios, ya está
demostrado que cuando hay intermediarios no llega la ayuda o llega con moche,
ya se va a terminar este asunto”.
Me parece que el Señor presidente
electo se sintió muy presionado por las notas, las columnas y los comentarios
de prensa que se publicaron como reacción, creo que no tan justificada, a las
aseveraciones que le hizo a gente con la que hablaba hace unos días, en el
sentido de que algunas de las demandas que le estaban formulando, creía que no
las iba a poder cumplir. Digo que no está muy justificada la reacción de alguna
prensa, porque el presidente electo no estaba hablando de sus promesas de
campaña, sino de otros múltiples problemas que se le planteaban en esa ocasión
reciente y, muchos reportes trataron, en efecto, el tema, como si estuviera
renunciando a sus promesas de campaña cuando, como digo, no era así. Confusión
o mala fe, el hecho es que los reportes de prensa podían hacer creer a la gente
que se trataba del inicio del incumplimiento, por tanto, opino que el señor
López Obrador sintió que era obligado ser muy enfático y reiterar la seriedad y
contundencia de sus promesas de campaña en su “Gira de agradecimiento”.
Así es
como me explico los discursos de Mexicali y de Guaymas. Discursos, no tanto
para una “asamblea informativa”, sino casi como si se tratara de ganar votos,
de ganar opinión, voluntades y alejar cualquier esbozo de sospecha de que no se
iba a cumplir. Así explico la vehemencia del discurso y, así explico también,
la parte fundamental de su contenido. López Obrador se refirió en su discurso
de Mexicali a la ayuda a los jóvenes que van a ser encargados temporalmente a
empresarios para que los instruyan, a la ayuda a los jóvenes que estudian en la
universidad, a la ayuda a los jóvenes que estudian en la preparatoria, a la
pensión a los adultos mayores y al programa Prospera, en torno al que dijo, va
a continuar. “Todo lo que dijimos en la campaña, todo, se va a cumplir”,
reiteró muy enfático.
Me
interesa referirme al tema y hacer unas cuantas aclaraciones porque
evidentemente no estoy de acuerdo, no acepto y lo catalogo de una inexactitud
absoluta, decir que el Movimiento Antorchista Nacional es una organización
“intermediaria” que ha administrado y administra (“ya se va a terminar este
asunto”, dijo) las ayudas a jóvenes, adultos mayores o Prospera o de algún otro
programa similar. Antorcha jamás ha manejado ni ha sido vehículo ni canal ni
nada por el estilo para que alguno de esos programas llegue a sus destinatarios
o, como dice el licenciado López Obrador, no llegue o llegue con moches. Eso es
una falsedad completa. Antorcha no sólo no ha manejado nunca, jamás, un
programa de esa naturaleza. Es más, invito al señor Andrés Manuel López Obrador
a que se documente de modo preciso para saber con certeza si alguna vez, en sus
45 años de historia, Antorcha Revolucionaria ha siquiera solicitado esta
facultad ante alguna instancia gubernamental encargada de los programas que
constituyen la llamada política de desarrollo social en México. Más aún, en el
hipotético caso de que pudiera acreditarse algún manejo de este tipo -que ya
aseguré que no existe- para que tuviera validez la acusación del señor
presidente electo, dado que la imputación es doble, todavía haría falta
demostrar de manera fehaciente que la ayuda llegó incompleta a sus
destinatarios o que nunca llegó.
Algunos
medios de comunicación reprodujeron las palabras del presidente electo y
sintetizaron dando por hecho que Antorcha Revolucionaria es una organización
“intermediaria”: Si Antorcha es una organización “intermediaria” y “eso ya se
acabó”, de ahí habrá que colegir que ya se le puso bola negra y que, por tanto,
ninguna de sus gestiones a favor del pueblo pobre va a ser aceptada, y menos
aún solucionada favorablemente, dado que el presidente electo ya acusó, juzgó y
sentenció, sin pruebas, a casi dos millones de mexicanos a la muerte civil. En
consecuencia, creo necesario aclarar que Antorcha no es una organización
“intermediaria”, pero sí es, desde hace 45 años, una organización gestora,
reclamadora de atención para el pueblo ignorado que, bien se sabe, existe y va
a seguir existiendo en nuestro país; y satanizarla sin más es atacar el derecho
constitucional a la organización popular, es atacar los artículos 8º y 9º de la
Carta Magna que todavía nos mantiene unidos y en relativa armonía a los
mexicanos.
A los antorchistas
no sólo se les calumnió, se les trató con desprecio. Primero se les llamó “la
Antorcha no sé de qué” y luego, para hacer el escarnio más patente, “la
Antorcha mundial”. Eso, en la terminología social en boga, es discriminación,
es violencia verbal ¿Por qué se puede reclamar respeto para la mujer, para los
de la tercera edad, para quienes tienen capacidades diferentes, exigiendo
referirse a ellos con expresiones adecuadas, y no lesivas de su dignidad, pero
no se les concede el mismo trato, usando simplemente el nombre correcto de su
organización, a cerca de dos millones de mexicanos que han decidido agruparse
conforme a la ley para defender sus derechos?
Afirmo,
junto con todos los demócratas auténticos que en el mundo han sido y junto con
nuestros Constituyentes, que no sólo es necesario que la gente se organice y
tenga líderes que hagan oír su voz; es indispensable: forma parte de los
derechos fundamentales del hombre, es la base de la verdadera democracia en
todo el mundo. El Estado tiene en los tres poderes sus equilibrios internos,
pero tiene también que conservar un equilibrio externo: la sociedad actuante y
organizada conforme a la ley. Censurar su existencia, acorralarla desde el
poder no es, no puede ser una actitud ni democrática ni legal. La concepción
contraria es la que sostiene, en voz alta o en voz baja, que el gobierno es
perfecto y no necesita de consejos y menos de reclamos, que la gente no debe
organizarse y tener líderes que la representen, que no hay más representación
social válida que la que reconoce y acepta el Estado. Y ya se sabe que esta
concepción ha sido causa de algunas de las grandes tragedias a la humanidad.
Suprimir a la organización popular que no se deje absorber por MORENA, ¿es el
camino que lleva a la Cuarta transformación?
Si las
palabras del señor presidente electo no constituyen una venganza porque
Antorcha Revolucionaria no lo apoyó en la pasada justa electoral, dado que ha
asegurado reiteradamente que no es hombre de venganzas; si no estamos ante un
prejuicio abierto; si solo somos víctimas de un exabrupto (o dos) derivado del
desarrollo improvisado de sus discursos, si esa actitud no será la política de
su gobierno hacia Antorcha Revolucionaria, podemos hacer nuestras sus propias
declaraciones reiteradas: “Paz y amor”. Si se trata del inicio de una ofensiva
con propósitos liquidacionistas, queremos dejar plena constancia de que no
hemos sido nosotros los que arrojaron la primera piedra.
*
Coordinador de la Dirección Nacional del Movimiento ntorchista
Nacional y Dirigente Antorchista en el estado de
Michoacán
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