DE NORTE A SUR
Por: Guillermo Correa Bárcenas
* Los máximos funcionarios del INE, se daban, y todavía se dan, vida de
reyes
* El presidente de la Conasami, Basilio González Núñez, hundió a los
mexicanos con los peores mini salarios del mundo
Fue Salvador Díaz Mirón el que en México recordó
que nadie debe gozar de lo superfluo mientras alguien carezca de lo estricto,
una verdad que de inmediato pone al descubierto a los reaccionarios funcionarios
del sector público que tras los anuncios del virtual presidente electo de la
República gritan, amenazan y patalean cuando se trata de la disminución de sus
salarios, con lo que demuestran lo cruel de su política rapaz pues del lado
contrario, donde se ubica la mayor parte de la población, hay risas de contento
al ver cómo chillan y sufren, con tan poquito castigo por todo lo que han
robado los que en casi medio siglo llevaron al país hasta el abismo.
Vemos así a Felipe Calderón Hinojosa, a Vicente Fox
Quezada, a Ernesto Zedillo Ponce de León, a Carlos Salinas de Gortari y a Luis
Echeverría Álvarez quienes a partir del primero de diciembre próximo dejarán de
recibir las millonarias pensiones que disfrutaron desde que cada uno dejó el
poder máximo, como premio a su estilo personal de gobernar que siempre se
caracterizó por la represión física y
económica a la población, para beneficiar a unos cuantos empresarios
antipatriotas y a un puñado de trasnacionales que se han robado la riqueza
mexicana y sumido en la pobreza a por lo menos el 80 por ciento de los
mexicanos, más de 100 millones de paisanos que ya no pueden soportar más.
Algunos de ellos guardan silencio ante su futuro; otros, aunque argumentan
haber renunciado al auto premio, también sufren, igual que las viudas de José
López Portillo y de Miguel de la Madrid Hurtado. En este escenario pronto
veremos que Enrique Peña Nieto pasará a la historia del neoliberalismo como el primer presidente que
dejó de recibir una pensión que, como sus antecesores, jamás se mereció.
Y en esta realidad que parece un capítulo más de
una famosa telenovela que se tituló Los Ricos También Lloran no podían faltar
los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, legisladores
–diputados y senadores de carácter federal y local— y hasta los máximos
dirigentes del Instituto Nacional Electoral, cómplices de una cruel realidad
que en nada les afectó cuando se daban, y todavía se dan, vida de reyes,
emulando al Luis XVI francés a cuya esposa, María Antonieta, se le atribuye que
al responder a los reclamos de hambre que en su momento hacían los súbditos
expresó: “si no tienen pan, ¡que coman pasteles!”. Obvio, acabaron en la
guillotina. Aquí ni eso.
Lo haya dicho o no la reina en desgracia, en México
abundaron las expresiones de burla en contra de la mayoría que gana el salario
mínimo que es de 88.36 pesos diarios, lo que para muchos personajes es
demasiado, según afirmaciones de ellos que aparecen en las redes sociales y que
antes de esto nunca han desmentido. Recordemos a Rosario Robles Berlanga, tan
mencionada en la famosa Estafa Maestra y
la integrante del gabinete que menos gana pues su salario actual es de casi 140
mil pesos –mayor a los 108 mil pesos mensuales que percibirá Andrés Manuel
López Obrador como presidente de la República--. Según ella, en 2015 una
familia de 5 integrantes podía sobrevivir con 12 pesos diarios, con lo que a su
parecer el mini salario de entonces era ¡altísimo!
En esa apreciación no se olvida que Manlio Fabio
Beltrones, quien fue presidente del PRI, consideró que aumentar 2 pesos al
salario mínimo de 2017 sería muy peligroso para México. De esta forma respondió
al sector obrero priista que demandaba 100 pesos diarios, cantidad que para el
exlíder de la Cámara de Diputados resulta demasiado. Otra declaración que
irritó a millones fue de Ernesto Cordero, titular de Hacienda con FCH, quien
aseguró que una familia puede pagarlo todo con 6 mil pesos al mes, esto es,
carro, escuela, casa y demás. Hoy el panista ocupa la presidencia del Senado.
Actualmente un legislador de la Cámara alta percibe, oficialmente, poco más de
147 mil pesos al mes, aunque realmente reciben muchísimo más.
También está Basilio González Núñez, el presidente
de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos que da de qué hablar cada fin
de año desde 1991. Sí, desde los albores del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) que firmó Carlos Salinas de Gortari y con esto hundió
a los mexicanos con los peores mini salarios del mundo. Economista de profesión,
el funcionario es el paladín del neoliberalismo económico ya que ha trabajado
con cinco presidentes de la República y 11 secretarios del Trabajo. Su sueldo
bruto ronda los 173 mil pesos al mes y en los 27 años que se ha desempeñado en
el mismo cargo jamás ha declarado sus propiedades. Pero no hace falta imaginar
su fortuna y a costa de qué.
De acuerdo con el INEGI, casi la mitad de los
mexicanos que trabajan –52 millones-- gana de uno a dos salarios mínimos. Se
trata de unos 24.5 millones que por lo mucho reciben 5 mil 301 pesos mensuales
y aun así la Conasami de Badillo se negó en mayo a subir el salario –sus
argumentos fueron riesgos al crecimiento económico y el empleo-- como lo pide
la Confederación Patronal de la República Mexicana, organismo que asegura se
puede elevar a 98,15 pesos diarios, al igual que 66 organizaciones sociales que
se han manifestado contra la perpetuación de la pobreza. Se aclara que el
incremento que se pide sólo es con la finalidad
de que la población trabajadora pueda acceder a la Canasta Básica de
Alimentación.
Tuvo que arreciar la campaña del PEJE para que
crecieran los temores por el triunfo electoral de quien fue calificado hace
seis años como un peligro para México, cuando bien sabemos que quienes corrían
riesgos son ellos, los mismos que ahora lo saben y lloran cobardemente las
prebendas que con el tiempo se fueron auto-disponiendo. Fox, el más chillón,
retaba en 2017 que nadie le quitaría la pensión vitalicia que tenía asignada
porque de eso vive. El ranchero, exgerente de la Coca Cola y exadministrador de
un país que convirtió en empresa suya, como los anteriores y quienes lo
siguieron, creyéndola más que Nación un México S. A. No hace mucho calificaba
los avisos de Andrés Manuel López Obrador de “mafufadas”. No te vas a salir con
la tuya maestro, afirmaba una y otra vez. No vas a ser Presidente… no sigas
atacando a las instituciones, piensa en tu retiro, sentenciaba. De su certeza,
pasaba a la súplica: “es justo que se otorgue (la pensión), todos los países la
tienen, porque así –llegó a amenazar—se evita que roben”. Lo mismo llegó a
decir Felipe Calderón Hinojosa.
Pero resulta que triunfó López Obrador quien en sus
50 acciones inmediatas una vez que tome el gobierno que le dio el voto popular
ejercerá su promesa de que se acabarán los altos sueldos para funcionarios
públicos y que ese dinero se destinará para reactivar el campo en México que ha
estado abandonado desde hace muchos años. Ofrece un mandato humilde, sin lujos
y sin sueldos cuantiosos. Bajar el salario de los de "arriba", porque
aumentará el sueldo de los de "abajo". “Van a ganar más los maestros,
las enfermeras, los médicos, los policías, los soldados, los que trabajan al
servicio del Estado y también el jornal para los campesinos. Habrá justicia
laboral porque ahora el salario no alcanza para lo necesario”, señaló
recientemente al reiterar que ganará menos de la mitad de lo que recibirá en lo
que resta del sexenio Enrique Peña Nieto. Y habrá de cumplirse, aseguró, la
Constitución lo establece en el sentido de que nadie puede ganar más que el Jefe
del Ejecutivo. Se va a acabar con la robadera, destacó.
Chillan por eso los ministros de la SCJN que gozan
todavía de una remuneración máxima neta mensual de 338 mil 231 pesos. Seguro
que acudirán a los amparos que ellos mismos deben de resolver. Los consejeros
electorales no se quedan atrás con sueldazos de 249 mil 546 pesos al mes, un
poco más que los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal y los
magistrados electorales, los gobernadores, secretarios de Estado y hasta
presidentes municipales.
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