sábado, 17 de junio de 2017

COMO DUELE TU AUSENCIA (VIDEO)

A Don Laco con todo mi amor;
CHIAPAS
Redacción/Quihubole!!!
HUIXTLA, a 18 de junio de 2017.-Querido papaíto, por demás está decir que tu partida entristeció a mi madre, mis hermanos a mí y a muchos de tus amigos, pero, como tenemos fe, sabemos que allá en el cielo con Papá Dios ya no existe el dolor y por ello nos sentimos felices por ti.
Tu recuerdo en mí lo llevo como una espina clavada, que al estar tan enterrada provoca un certero dolor; cual herida que aún sangra, al ver que te alejabas para siempre de mi vida.
¡Papá yo te amé!, eso tú lo sabes, pero no puedo evitar sentir un ligero rencor... ¿Porque te fuiste así? dejándonos tan desamparados, ¿Porque no volteaste la mirada el ultimo día que te vi cuando te dirigías a tu trabajo y yo al mío?
Aún recuerdo cuando deje a mi madre y mis hermanos cuando partí por primera vez de nuestra amada Huixtla, Yo veía a través de la puerta, para verte llegar y me dieras tu bendición, pero las horas pasaron y mi espera fue en vano, tú nunca llegaste y jamás lo podré olvidar ya que sentí una gran pena; que ni el paso del tiempo ha podido borrar.
Mi madre y tú, a quienes debo todo lo que hoy soy, la fuerza que vi en sus acciones, son modelo para mi propia fuerza en mis dolores y camino. Erguido tú siempre, con tu mirada estricta pero amorosa, a pesar que los años de tu ausencia ya han dejado mella en mis ojos, tú sigues siendo, después de mi madre, el primero por encima de cualquier sentimiento. Tú sigues sujetando mi mano, como lo hacías cuando era niño, cada vez que sientes que lo necesito, en cada cosa que hago, tus sabios consejos siempre aflora tu recuerdo, estás acá conmigo aquí presente.
Esa caricia en la cabeza tan fugaz, si acaso el respeto a tu hijo no te permitía expresar más cariño. Pero, ¿sabes?, recuerdo tanto el olor de tu sudor perlado en el pañuelo cuando afiebrado llorabas por mi cuando me enferme, así como innumerables pequeños detalles que tenías como padre, educador, y en especial hombre único. Si el concepto de respeto quedó en mi mente, nació en tenerte en mi vida. Jamás te olvidaré, tenlo por seguro que siempre te llevaré en mi corazón.
Gracias por ser mi padre, gracias por decirme tu hijo, por todos estos años que debo a la vida y a Dios por conservarte aún conmigo, mil bendiciones, solamente pido a Dios que cuando llegue mí el último día, sea ella, mi madre, quien me dé su bendición, para que por fin así, volvamos estar unidos alabando a nuestro Amado Padre Celestial. Mientras tanto, ¡Cuídame desde el cielo papaíto, eso es lo único que te pido. Felicidades en este día del Padre, desde aquí te saludo. Besos.
TUS HIJOS:
Jorge, Elizabeth, Yolanda, Guadalupe, Javier, Israel, Virginia, Blanca, Irene, Teresa,  Alberto, y Juan Carlos quien ya está con nuestro amado y entrañable padre. 

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